Seguro que has oído hablar del síndrome del ojo seco pero… ¿sabes de qué se trata? ¿conoces sus causas y los posibles tratamientos? Este problema provoca tantas molestias como dudas en quien lo padece, por ello, comentamos todas las claves al respecto y consejos útiles para prevenirlo.
¿Qué es el síndrome del ojo seco?
Entendemos por síndrome del ojo seco la enfermedad que disminuye la cantidad de lágrimas generadas. Asimismo, provoca una lágrima de baja calidad que inflama la superficie ocular. Lo más frecuente es que se de en ambos ojos y que sea más habitual en las mujeres. Durante la menopausia y la etapa posterior es cuando más se produce.
¿Cuáles son las causas del síndrome del ojo seco?
La causa principal del síndrome del ojo seco es una alteración en el nivel hormonal. La misma provoca que las glándulas lagrimales reduzcan la secreción de lágrimas. No podemos obviar que también puede tratarse de un síntoma secundario de una enfermedad autoinmune. Igualmente, hay algunos factores de riesgo como:
- El sexo y la edad. Especialmente, si se trata de una mujer con más de 45 años.
- Llevar lentillas, haber sido operado/a de los ojos y usar colirios habitualmente.
- Tener problemas con el cierre de los párpados o con el ritmo de parpadeo.
- Padecer conjuntivitis alérgica/crónica o quemaduras en los ojos.
- Consumir medicación para la depresión, la tensión alta o la alergia.
- Trabajar con pantallas que irradian luz azul.
- No tener el nivel correcto de humedad en el lugar de trabajo o en el hogar.
¿Hay distintos tipos de síndrome del ojo seco?
Sí. La película lagrimal está formada por tres capas distintas. La lipídica se genera en las glándulas de Meibornio que se encuentran en los párpados. La capa acuosa la producen las glándulas lagrimales. La capa mucina depende de la acción de las células de la superficie del ojo. Así, los tipos de síndrome del ojo seco son:
- Una alteración en la capa acuosa que genera una baja cantidad de lágrimas.
- Una alteración en la capa lipídica. La cantidad de lágrimas es normal, pero su evaporación es más rápida.
- Mixto. Es el tipo más común y combina los dos anteriores.
¿Cuáles son los síntomas más habituales?
La persona experimenta una molestia constante como si tuviera un objeto extraño en el ojo. También experimenta ardor, escozor, picor, visión borrosa y sensibilidad a la luz. Basta con observar los ojos en el espejo para comprobar cómo se enrojecen sensiblemente. Los síntomas empeoran progresivamente hasta que resulta imprescindible confiar en un tratamiento.

¿Cuáles son los tratamientos más recomendables para el síndrome del ojo seco?
Todo dependerá del tipo que se padezca y de los factores de riesgo antes comentados. Analizamos los más habituales.
Lágrimas artificiales, geles y colirios de venta libre
Tienen como objetivo hidratar el ojo de forma externa. Una variante son los geles humectantes que ayudan a mantener la humedad del ojo más fácilmente. No es necesario una receta médica para adquirirlos en la farmacia. De hecho, algunas personas las utilizan a diario a causa de pasar muchas horas frente a pantallas de ordenador, televisión y/o teléfono móvil. En nuestra óptica podrás encontrar lágrimas artificiales y otros productos para salud visual.
Medicación específica
Si el caso exige un tratamiento médico más intenso, el oculista receta las opciones a su alcance. Suele tratarse de medicamentos con lifitegrast o ciclosporina. La meta final es recuperar la función normal de las glándulas lagrimales.
Un análisis de la medicación que toma el paciente
Como hemos indicado, en ocasiones se trata de un efecto secundario de otra medicación. Por lo tanto, la revisión exhaustiva de cuál es la que la provoca es un importante primer paso. Posteriormente, se pueden encontrar alternativas similares que eviten los síntomas más molestos.
¿Puede prevenirse el síndrome del ojo seco?
Sí. De hecho, hay una serie de medidas preventivas que podemos poner fácilmente en práctica para evitar esta circunstancia:
- No exponerse al aire acondicionado, al humo o al viento de forma continuada.
- Instalar un humidificador en las estancias del hogar donde se pase más tiempo.
- Organizar mejor el tiempo de trabajo con las pantallas de dispositivos electrónicos. Se aconseja descansar la vista cinco minutos cada 90 de uso.
- Llevar gafas de sol al salir a la calle.
- Hidratarse continuamente.
- Dormir una media de ocho horas al día.
¡Ah! Y no debe confundirse con las cataratas en los ojos, pues se trata de otra enfermedad diferente. Si tienes alguna duda o necesitas un examen visual para comprobar la salud de tu visión, contacta con nosotras para realizar un diagnóstico personalizado y recomendarte el mejor tratamiento. Y si estás cerca, puedes pasar a visitarnos. ¡Te esperamos!