El verano es sinónimo de playa, piscina y chapuzones. Pero si usas lentillas, es importante que sepas que el agua y las lentes de contacto no se llevan bien. De hecho, usar lentillas mientras nadas o te duchas puede suponer un riesgo real para tu salud ocular.
En este artículo, desde Óptica Gloria Gavilà, como expertas en adaptación de lentes de contacto, te explicamos por qué es tan importante tener precaución en verano y qué soluciones seguras tienes para disfrutar sin poner en peligro tus ojos.
El agua nunca es estéril (aunque lo parezca)
Ni la piscina, ni el mar, ni el agua del grifo están libres de microorganismos. Al usar lentillas, cualquier partícula o bacteria puede quedar atrapada entre la lágrima y la lente, facilitando la aparición de infecciones o irritaciones.
Una de las infecciones más graves es la queratitis por Acanthamoeba, causada por un protozoo presente en aguas dulces. Esta infección puede provocar dolor intenso, pérdida de visión e incluso requerir un trasplante de córnea. Aunque es poco frecuente, se da mayoritariamente en usuarios de lentes de contacto que han estado en contacto con agua.

No todas las lentes reaccionan igual
- Lentillas blandas: Absorben el agua con facilidad, arrastrando consigo bacterias, cloro o sal. Además, pueden hincharse o adherirse demasiado a la córnea, provocando molestias o pequeñas lesiones.
- Lentillas rígidas (RGP): No absorben agua, pero pueden salirse con facilidad al nadar.
- Lentillas Orto-k: Se usan mientras duermes, por lo que durante el día no necesitas lentillas. Son una opción ideal si eres aficionad@ a los deportes acuáticos, ya que te permiten disfrutar con total libertad.
¿Y si no puedo ver bien sin lentillas?
Si necesitas corrección visual y no quieres usar gafas para nadar, puedes:
- Usar lentillas diarias desechables solo para ese momento, retirándolas al salir del agua.
- Combinar tus lentes con unas gafas de natación graduadas, una opción segura y muy efectiva.
- Apostar por la ortoqueratología (orto-k) si buscas una solución sin lentillas ni gafas durante el día.

Nuestros consejos como profesionales
- Nunca nades, te duches o te sumerjas con lentillas.
- No enjuagues tus lentes con agua del grifo.
- Utiliza siempre una solución de mantenimiento adecuada.
- Si notas ojo rojo, molestias o visión borrosa tras bañarte, quítate las lentes y consúltanos.
Tus ojos se merecen lo mejor, también en verano. Evitar el contacto entre tus lentillas y el agua puede ahorrarte muchos sustos. En Óptica Gloria Gavilà te ayudamos a encontrar la solución más segura y cómoda para ti. Porque cuidar tu visión es nuestra prioridad.
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